Personal policial de investigaciones de la Jefatura de Policía de Montevideo y de Interpol comenzarán a trabajar hoy en el caso de la desaparición de Lucía Elizabeth Gómez Rodríguez de 20 años de edad. La joven falta de su hogar desde el pasado viernes.
La policía viene trabajando sobre varias líneas pero no hubo novedades aún.
Anoche llegó un equipo de profesionales de la policía técnica de Montevideo para que realice peritajes con tecnología que la policía de Tacuarembó no tiene.
Además en la jornada de hoy llegará un equipo multidisciplinario de Interpol a trabajar en el caso. Se trata de un psicólogo, un comisario y asistentes técnicos de Interpol que se dedican a trabajar sobre personas desaparecidas.
El personal de Interpol permitirá conseguir información fehaciente en cada uno de los interrogatorios que se realicen. Estos peritajes podrían ser fundamentales en la investigación.
Hasta el momento venían trabajando en Tacuarembó y lo seguirán haciendo personal de la Dirección de Investigaciones, de la Dirección de Seguridad y de la seccional décima del barrio López, comisaría en donde se efectuó la denuncia por parte de la familia de la joven desaparecida.
El muchacho había sido demorado por la policía. Dijo haber estado con Lucía, pero una vez que ingresó a clases a la hora 22:00 en la Escuela Técnica no la vio más. Declaró que a la salida llevó a una docente hasta su casa y luego se fue a dormir. El dato fue corroborado. El joven manejaría una camioneta cuatro por cuatro.
Sobre las 21:30 del viernes la madre de la joven desaparecida recibió un mensaje de texto de su hija que avisaba que iba hacia su casa. Fue el último contacto. Además la estudiante se había comunicado una hora antes con una compañera de estudios que reside en San Gregorio de Polanco y que no había ido a clases por el Día de la Educación Pública. Lucía había realizado junto a sus compañeros un trabajo de 80 páginas que debía ser entregado ayer en el Instituto de Formación Docente.
Más de 150 personas, compuestas por familiares, amigos y miembros de la Iglesia de los Santos de los Últimos Días han colaborado buscando a la joven por todos los puntos de la ciudad, el río Tacuarembó, la zona del Parque Batlle, paraje Santander, balneario Iporá y lugares aledaños.
Un aspecto fundamental en la investigación podría ser el celular de la joven que hasta el momento no pudo ser rastreado. El mismo está apagado desde el viernes.
La última vez que se la vio a Lucía estaba vestida de vaquero, championes, un buzo blanco, llevaba cartera de cuero y tenía un celular rojo. Mide 1,65 metros, usa lentes permanentes, tiene pelo largo negro a la altura del hombro.
La policía viene trabajando sobre varias líneas pero no hubo novedades aún.
Anoche llegó un equipo de profesionales de la policía técnica de Montevideo para que realice peritajes con tecnología que la policía de Tacuarembó no tiene.
Además en la jornada de hoy llegará un equipo multidisciplinario de Interpol a trabajar en el caso. Se trata de un psicólogo, un comisario y asistentes técnicos de Interpol que se dedican a trabajar sobre personas desaparecidas.
El personal de Interpol permitirá conseguir información fehaciente en cada uno de los interrogatorios que se realicen. Estos peritajes podrían ser fundamentales en la investigación.
Hasta el momento venían trabajando en Tacuarembó y lo seguirán haciendo personal de la Dirección de Investigaciones, de la Dirección de Seguridad y de la seccional décima del barrio López, comisaría en donde se efectuó la denuncia por parte de la familia de la joven desaparecida.
El muchacho había sido demorado por la policía. Dijo haber estado con Lucía, pero una vez que ingresó a clases a la hora 22:00 en la Escuela Técnica no la vio más. Declaró que a la salida llevó a una docente hasta su casa y luego se fue a dormir. El dato fue corroborado. El joven manejaría una camioneta cuatro por cuatro.
Sobre las 21:30 del viernes la madre de la joven desaparecida recibió un mensaje de texto de su hija que avisaba que iba hacia su casa. Fue el último contacto. Además la estudiante se había comunicado una hora antes con una compañera de estudios que reside en San Gregorio de Polanco y que no había ido a clases por el Día de la Educación Pública. Lucía había realizado junto a sus compañeros un trabajo de 80 páginas que debía ser entregado ayer en el Instituto de Formación Docente.
Más de 150 personas, compuestas por familiares, amigos y miembros de la Iglesia de los Santos de los Últimos Días han colaborado buscando a la joven por todos los puntos de la ciudad, el río Tacuarembó, la zona del Parque Batlle, paraje Santander, balneario Iporá y lugares aledaños.
Un aspecto fundamental en la investigación podría ser el celular de la joven que hasta el momento no pudo ser rastreado. El mismo está apagado desde el viernes.
La última vez que se la vio a Lucía estaba vestida de vaquero, championes, un buzo blanco, llevaba cartera de cuero y tenía un celular rojo. Mide 1,65 metros, usa lentes permanentes, tiene pelo largo negro a la altura del hombro.
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