miércoles, 25 de marzo de 2009

"CON UN VINO Y UN PUCHITO" VICENCIA CELEBRA SUS 105 AÑOS


Llena de vida y con el humor y picardía de un adolescente, Vicencia Machado cumple hoy 105 años de vida. Nacida en Rivera el 25 de marzo de 1904, Vicencia perdió a su madre cuando tenía tan solo 8 meses de vida. A partir de allí la crió Antonia Machado, quien le diera el apellido.

A pesar de que su documento de identidad dice que es nacida en Tacuarembó en 1911, es un error del Registro Civil sostienen sus familiares, pues ella nació en Rivera y recién en 1911 fue inscripta por su madre postiza ante el registro.

Actualmente Vicencia tiene 5 hijos, 19 nietos y 21 bisnietos. Cuatro de sus hijos llevan el apellido de la madre y solo uno de ellos tramitó el de su padre, Rigato.

Vicencia es viuda aunque nunca contrajo matrimonio. Desde Rivera llegó a Tacuarembó en la década del 40 junto a su pareja, Santiago Rigato, un italiano que vino a Uruguay una vez culminada la Guerra Mundial. En busca de nuevos horizontes se instalaron en pleno barrio Artigas, en ese momento una zona descampada en las afueras de la ciudad.

Allí nació su primera hija, Irma, que con 65 años de edad comentó a La Lupa que su madre trabajó hasta que cumplió 80 años. Durante su niñez Vicencia no pudo acceder a la escuela pública debido a que se dedicó a criar a sus hermanastras, otras criadas de Antonia Machado. “No se leer ni escribir, fui muy pocos días a la escuela, pero en ese tiempo pude aprender el abecedario”, dijo una muy lúcida Vicencia a La Lupa.

Muy despierta y sentada en una silla de ruedas en la cual pasa gran parte del día, Vicencia relató parte de su vida. Luego de mudarse del barrio Artigas, se instaló junto a su pareja en el predio actual donde se encuentra la Terminal de ómnibus Carlos Gardel.

“Allí criaba gallinas, patos, nutrias, vacas, recuerdo que ordeñaba diez vacas por día y mi marido se dedicaba a plantar tomate, lechuga y otras verduras”, dijo Vicencia.

Varias veces sufrió las consecuencias de las inundaciones y en muchas oportunidades perdió todo, pero recuerda sobre todo la de la década del 50, fue devastador para ella.

Su hija, Irma comentó a La Lupa que cuando su madre quedó viuda fue desalojada del predio en el cual vivió durante muchos años. “Fue durante el gobierno municipal de Bernachín, mi madre quedaba en la calle pero una vecina, Amelia Alvez gentilmente le ofreció su casa para quedarse”, dijo Irma. “Además su casa no era cualquiera, a veces comían allí hasta 14 personas ajenas al hogar en una mesa de madera larga que tenía Vicencia, destacó Florinda.

Durante años, Vicencia fue reconocida en Tacuarembó como “la viuda de Rigato”, un extranjero que se hizo muy conocido en la ciudad.

Actualmente vive en la calle Juan Antonio Lavalleja 162, a pocas cuadras del centro de la ciudad. Cobra una pensión y es cuidada por una de sus criadas, Florinda Fernández.

“Vicencia es increíble, se baña sola, come de todo y le encanta escuchar música, dijo Florinda a La Lupa.
Durante más de una hora de entrevista, Vicencia siempre se mostró dispuesta a la charla. A pesar de su pequeña sordera, la abuela de Tacuarembó respondió todas las inquietudes con total naturalidad y con mucho humor, demostraba entusiasmo por lo que será su cumpleaños, una nueva fiesta y una oportunidad para reunir a su familia.

Con 105 años de vida, Vicencia aún camina. “Si bien pasa casi todo el día en la silla de ruedas, ella camina apoyada en una silla de plástico por lo menos una vez al día”, sostuvo Florinda.

No se priva de nada, como lo que quiere, pero tanto Irma como Florinda piensan que el secreto de su vida ha sido la vida sana que llevó durante años. “Siempre consumió lo que cosechó, desde las frutas y verduras, pasando por la carne y la leche y además es una personas muy divertida”, dijeron ambas.

“Pocas veces ha tenido algún quebranto de salud, solo cuatro veces un poco de neumonía pero su corazón está muy fuerte”, dijo Florinda, argumentando que la época más dura es el invierno.

Confesa hincha fanática de Peñarol, Vicencia dos por tres se pone pícara al “robarle” los buñuelos a Florinda. “Yo la cuido, pero a veces cuando hago buñuelos y me descuido ella pasa caminando y se roba alguno”, indicó Florinda.

Aún con 105 años sigue ayudando en los quehaceres de la casa. Normalmente su tarea es doblar y ordenar la ropa recién lavada que Florinda le deja sobre la cama.

Más de una vez su hija Irma se la ha querido llevar de Tacuarembó a Maldonado pero siempre obtiene la misma respuesta de su madre: “Sólo muerta me sacan de mi casa”, dice Vicencia.

Su rutina es bañarse al levantarse, escuchar radio, tomar mate y prender un cigarrito. “Todos los días a la mañana tomo un mate con un cigarrito”, dijo Vicencia detrás de una enorme sonrisa.

En la actualidad tiene prohibido fumar y tomar vino debido a una pequeña afección que le surgió en un pulmón, pero confesó que en su cumpleaños su regalo debe ser un “vasito de vino y un puchito”.

Hoy su casa se llenará de afectos. Como cada 25 de marzo llegan desde Montevideo y Maldonado gran parte de sus familiares, hijos, nietos y bisnietos se juntan para celebrar un año más de vida de Vicencia.

“Recuerdo que cuando cumplió 100 años hicimos una fiesta en la casa que vivíamos en el barrio Centenario y fueron 105 personas a saludarla”, dijo Florinda.

Núcleo Familiar:

Hijos: Irma Machado, José Casimiro Rigato, Juan Machado, Ariel Machado y Luis Alberto Machado.

Nietos: Silvia Rivero, Nelson Rivero, Fernando Rivero, Jacqueline Rivero, Daniel Rivero, Verónica Rivero, Victoria Rigato, Lydia Rigato, Claudia Rigato, Adriana Rigato, Gabriel Rigato, Isabelino Machado, César Machado, Andrea Machado, Juan Machado, Federico Machado, Bruno Machado, Fabio Machado, Maximiliano Machado.

Algunos bisnietos: Anibal Britos, Daniel Machado, Facundo Silva, Dahiana Machado, Luciana Machado y Gonzalo Machado.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay algo que no me cierra de algunos números. ¿La hija mayor, tiene 65 años? ... Si es así, ¿comenzó a tener hijos recién a los 40 años? ... En épocas y contextos socio-culturales en los cuales lo común, era tener hijos a temprana, o muy temprana edad ...
Con esos números, no creo en los 105 años, ni que me paguen.

Anónimo dijo...

Es mi abuela. Y falleció con 109, en Maldonado. Ésto es totalmente real. Me duele ver comentarios como éste en el cual se ponga en duda la credibilidad de las personas.