miércoles, 3 de noviembre de 2010

JUSTICIA ESPERA PRUEBAS POR CASO LUCÍA


La Dirección Nacional de Policía Técnica está analizando una serie de elementos que podrían incriminar a las personas que están emplazadas por la Justicia en el caso del brutal homicidio de Lucía Gómez Rodríguez. El sábado durante la marcha en Tacuarembó hubo reclamos a la Justicia pidiendo más procesamientos.

Dicho personal está trabajando en una serie de elementos a ser aportados a la Justicia de Tacuarembó. Pruebas de ADN de los cinco emplazados, el resultado de la autopsia y otras pruebas vendrían siendo analizados por la policía. Los resultados de los peritajes serán derivados a la Justicia Penal quién determinará si hubo responsabilidad o no de los sujetos sospechados.

Garita
Luego del hallazgo del cuerpo de Lucía Gómez en las inmediaciones del Parque Rodó a metros de una garita policial, el reclamo ciudadano se hizo sentir. Desde hace un par de días dicho establecimiento cuenta por el momento con presencia policial durante la noche. Además entre los dos puentes de la avenida Paul Harris fue instalado un patrullero policial.

También la zona fue iluminada. Todas las lámparas que está sobre los puentes y que no estaban funcionando, ahora están prendidas durante la noche, brindando una mejor iluminación en la zona.

Comcar
Alberto Jonathan Caccia Rodríguez, alías “El Negro Jhona” fue derivado al Comcar. El viernes a la tarde el homicida de Lucía fue trasladado a dicho centro penitenciario donde cumplirá la condena que aún no ha sido impuesta por la Justicia. Según supo El País, el homicida fue procesado pero aún no se le determinó la condena. La determinación de su paradero estuvo a cargo de la Dirección Nacional de Cárceles.

Reclamo
Una concentración en la Junta Departamental de Tacuarembó está prevista para el próximo jueves previo a la sesión del legislativo departamental. A la hora 21:00, un grupo de ciudadanos reclamará a los ediles que propongan tirar la casona ubicada en la Laguna de las Lavanderas. Dicho lugar es apuntado por la población como aguantadero de “pichis y malandras”.

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