RECIBIMOS Y PUBLICAMOS

Estimado José
Te envío esta pequeña historia, entiendo que tiene que ver con el tren de la nota y con el del edil del Partido Nacional Luis César Núñez , tal ves le sirva o no, igualmente la disfrutaras
Si mas, mis saludos
Alberto Moroy
moroy@fibertel.com.ar

P.D El campo en cuestión se llamaba la escondida era el de los Mederos, la quebrada quedaba mas o menos a 5 leguas de la parada, la que no recuerdo el nombre


Cuentos de otros pagos
Por Alberto Moroy

Viajar de Montevideo a Rivera en el año 65 era como hacerlo al fin del mundo., doce horas para recorrer 500 Km., en un vagón de madera de los años 20, con asientos abollados de terciopelo violeta y luces en los techos rodeadas de tulipas francesas, todo un regodeo para la vista

En los primeros dias de enero , partimos de la estación Central ( Montevideo) , la fresca de la mañana no nos hacia sospechar el calor que pasaríamos durante "la travesía", aunque lo peor fue el aburrimiento, matizado de ves en cuando por algún Ford A de color naranja (UTE), calzado con ruedas de ferrocarril que pasaba “zumbando” en sentido contrario, nuestra velocidad no era mayor a 40 Km por hora

Entrada la tarde estábamos cerca de nuestro destino, el guarda nos avisa que era la próxima parada , costaba trabajo entender como había una en la mitad del campo .Cuando llegamos, unas maderas en forma de escalera indicaban que por ahí había que descender. A la distancia, un mezcla de volanta y carro verdulero nos aguardaba, era el primo de mi amigo, mas gaucho que “Lindor Covas” .un poco mayor que nosotros aunque con cara de mas formal

Caímos justo en una rueda matera, nos alcanzaron un banquito “fato in casa” y un amargo , al rato una damajuana de caña brasilera de diez litros con un vaso giraba en sentido contrario , mas tarde entraba en la rueda una generosa bolsa de tabaco y papel para armar. Toda esto con 13 años y acostumbrado a tomar malta Paysandú, era demasiado fuerte , peor aun tomar mate chupando de la misma bombilla ,sobre todo cuando a la mayoría de nuestros vecinos les faltaba "medio comedor". el consuelo era que el trago de caña “mataba todos los bichos" .Al día siguiente partimos para la "La escondida", nos esperaban cinco leguas a caballo entre las sierras, vadeando algún arroyo y con camino de corniza, era toda una aventura, por suerte los caballos eran “querendones” lo que nos hacia mas llevadero el viaje

Durante el mismo notábamos que a nuestro afintrion que vivia solo y apenas tenia 16 años, lo saludaban en forma reverente, este hecho nos llamo la atención. Luego por boca de otro nos enteremos que hacia unos meses atrás, nuestro amigo, habia sentido ruidos mientras dormía , salio con su 38 y disparo para donde creia haberlos escuchado, al dia siguiente se encuentra con un hombre de color , caído en el cerco del campo vecino, tenia un balazo en la cara, todavía estaba con vida, la distancia del disparo fue de 40 metros, casualidad o no nuestro amigo fue preso por unos meses. El hombre falleció, era un conocido cuatrero de la zona, mas tarde asociamos la simpatía y reverencia de los vecinos con este hecho que parecía de la sección “ Crease o no ,de Rypley

El agua de aljibe estaba helada, sobre todo para bañarse, la comida era capón a toda hora, el pan galleta de campo de 5 meses, dura como piedra, solo para cortarla habia que entrarle con el cuchillo y hacerle “jueguito” hasta que aflojara. Vistamos una quebrada cuyo nombre no me acuerdo, si su entorno paradisíaco y su pileta natural donde una pequeña cascada hacia de ducha

Cuando volvimos al campo principal , el de la rueda matera, nos hicimos una escapada a la ciudad de Rivera, para eso tomamos un tren al estilo del “lejano Oeste”, parecía mas angosto que los demás, sus asientos eran de madera, vimos a varios pasajeros con el revolver y la canana a la cintura. Estando el la plaza principal de Santa Ana do Livramento recordaba lo que me habia sucedido unos cinco años antes, cuando en un visita con mis padres, me dejaron jugando en la plaza, en la que habia un globo inflable gigante, inflado con gas , donde unos lustra zapatos se colgaban elevándose como 4 metros, hasta que sus compañeros lo bajaban tirando de las cuerdas. Me invitaron a jugar y cuando estaba arriba todos desparecieron dejándome colgado y a los gritos, por suerte fui rescatado

Lo mas notable de esta visita fue el regreso, habíamos conseguido asiento pegado a la ventana, para eso estuvimos un buen rato antes. Poco a poco llegaba gente cargada con bolsas de todos los colores, las más de azúcar y yerba, otras con botellas y damajuanas que desconocíamos su contenido, el tren se lleno

Al rato arranco , el tren ganaba velocidad ( 40Km/hora) , de pronto aminoro la marcha y toda esta gente que estaba parada se abalanzo sobre las ventanillas, abriéndolas intempestivamente , abajo "un malon" de cargadores, los bultos pasaban a centímetros de nuestras narices, mi amigo y yo mirábamos azorados, los de abajo los atajaban de todas formas ,aunque “la pelota” pesase 50 Kg. y estuviese rellena de azúcar ; algunas mujeres salían corriendo con dos bolsas en la cabeza, los que tenían carretilla andaban como hormigas en días de lluvia. Este frenesí duro no mas de dos minutos , hasta que sonó el silbato y nuevamente el tren acelero su marcha