En busca de la JUSTICIA

Escribe: Rebeca Pintos - Edila Frente Amplio
Las políticas sociales del gobierno, no son consecuencias de la política económica sino que son factor determinante de la misma. El gobierno actual no puede decir que ha practicado las políticas sociales que le permitieron las condiciones económicas, sino que diseñaron las condiciones económicas a partir de las necesidades sociales de la población. Esta búsqueda de la justicia comenzó en el verano del 2005, antes incluso de que éste gobierno asumiera sus responsabilidades, porque se llegó al gobierno con la obligación de encarar flancos importantes que estaba mostrando el país, debilidades que había atacar urgentemente. Dichas debilidades y flancos no podían ser superados a costa del sufrimiento de muchos de miles de compatriotas. Había que equilibrar cuentas que estaban desequilibradas, había que renegociar una de las deudas más importantes del mundo, lo cuál se logró sin necesidad de modificar el monto de dinero que se había dispuesto para atender el sufrimiento de la gente que más había dispuesto para atender el sufrimiento de la gente que más había padecido los efectos de la crisis. Si hubo algo seguro en aquellos primeros meses de gobierno, fueron los 200 millones de dólares para el Plan de Emergencia. Esa fue la primera gran decisión económica que tomó éste gobierno, esa búsqueda de la justicia estuvo presente en todos los grandes intentos que hemos realizado hasta ahora, en todas las decisiones fundamentales que hemos tomado y en todas las acciones principales que hemos desarrollado.
Ha estado también presente en el estímulo que hemos venido asignando al crecimiento de la producción y de la actividad, porque el primer eslabón de la cadena de justicia es tener trabajo. Y el trabajo se consigue invirtiendo y creciendo. Es por eso que se realizó un gran esfuerzo para llevar adelante un conjunto importante de estímulos para la inversión y el empleo. Y los resultados no se hicieron esperar, en estos tres años de gobierno el país creció 23%. Es muy difícil encontrar en tres años una expansión tan grande de la producción como las que ha tenido Uruguay. Dicho crecimiento se presenta asociado niveles de inversión muy importantes en diversos sectores de la economía, no sólo en los megos proyectos forestales, sino también en la agroindustria, en la minería, en los transportes, en las comunicaciones, en los servicios portuarios, en el turismo y todos los servicios conexos con el turismo, en la actividad inmobiliaria, etc.
Todo esto ha traído empleo para los uruguayos, más empleo en cantidad y mejor empleo en calidad, con menos informalismo y con mayor cotización al Banco de Previsión Social. A través de la creación de 150 mil nuevos puestos de trabajo, en tres años se redujo sustancialmente la tasa de desocupación y se pudo cumplir dos años antes de terminar el período con la meta trazada para el final del mismo.