¿PIQUETEROS O AMBIENTALISTAS?

Recorriendo internet me encontré con una grata sorpresa. Uno de los primeros artículos que escribí en mi carrera periodística. Salió publicado en marzo del 2007 en el diario El Avisador de Tacuarembó y actualmente se encuentra colgado en el sitio denominado “Uruguay Informe”. www.uruguayinforme.com. Sin lugar a dudas debo recuperar ese espíritu crítico que se ha ido apagando en el último año.

Este es un pequeño informe periodístico que intenta mostrar una realidad de un conflicto que lleva dos años y que parece no tener final. "Ambientalistas" argentinos han cortado durante estas dos últimas temporadas veraniegas los diferentes puentes que unen ambos países, con la excusa de que defienden la vida y el medio ambiente en la región y lo volverán hacer en la próxima semana de Turismo o Semana Santa.

Lo que inquieta es el argumento con el que lo hacen. Entonces llegó el momento de mostrar una situación que poco se maneja en los medios y mucho menos por parte de las autoridades uruguayas, que ya hace dos años parecen esperar un milagro.

En Argentina las Plantas de Celulosa de Alto Paraná SA, Puerto Piray y Papel Misionero, son altamente contaminantes y generan olores nauseabundos a azufre en sus alrededores, provocan cáncer y asma, llegando a contaminar el Río Uruguay, Paraná y el Río de la Plata. Entonces, ¿por qué los ambientalistas argentinos no toman cartas en el asunto? No se los ve cortando puentes, interrumpiendo el tránsito, haciendo propaganda en contra de esta situación, ni mucho menos protestando contra el gobierno argentino. Así entonces, algunos argentinos patalean contra las pasteras ubicadas en territorio uruguayo y no contra las 30 que están en tierras argentinas.

Hay que preguntarse ¿Por qué los piqueteros "ambientalistas" tienen discursos diferentes respecto a todos los casos comprobados de contaminación en Argentina, en relación a los emprendimientos de pasteras en Uruguay?

Las razones

Ser ambientalista en Entre Ríos tiene sus ventajas. Si a eso se le suma una posición ultra mediática, demostrando públicamente su oposición a las plantas de celulosa uruguayas, es seguro que se llega lejos. Lejos, en Argentina, significa lisa y llanamente obtener un buen cargo público.
Uno de los primeros en gustar las mieles de la política fue Horacio Melo, uno de los referentes de la Asamblea Ciudadana de Gualeguaychú. Este asambleísta logró llegar a la Comisión Administradora del Río Uruguay gracias a su participación en la cruzada entrerriana contra cualquier emprendimiento industrial que se instalase fuera del territorio argentino. Como buen político que es ahora, Horacio Melo no tuvo problemas en visitar la residencia del embajador uruguayo para conmemorar una fecha patria oriental y para compartir unos brindis.
El mejor puesto sin lugar a dudas se lo llevó Romina Picolotti, la peculiar ambientalista que hasta hace poco tiempo dirigió el Centro de Derechos Humanos y Ambiente (CEDHA), que supo realizar discursos, comentarios y comunicados de prensa en contra del gobierno uruguayo, y hoy es la secretaria de Medio Ambiente en Argentina, cargo más que importante para lograr un estándar de vida, puesto que supo ocupar la polémica María Julia Alzogaray.

Además hay que observar que la contaminación en Argentina no se pena y no se multa, basta con ver el Riachuelo, aunque difícilmente pase una cámara de televisión por ahí.
Otro aspecto a tener en cuenta para saber si estas personas son ambientalistas o piqueteros es algo bien conocido por todos, algo que dijo el ex Director de Medio Ambiente de la Municipalidad de Gualeguaychú, Fernando Stockili, al confirmar que muchos de los dirigentes ambientalistas de esa ciudad son importantes productores sojeros que utilizan agro tóxicos o agro químicos sin ningún control en la zona.

También está Daniel Taillant, abogado cordobés que hoy dirige el CEDHA, cargo que ocupaba su esposa Romina Picolotti, que tiene como función exponer el caso a nivel mundial, haciendo giras por diversos países en busca de apoyo internacional.
Las plantas argentinas

En Argentina existen unas 10 plantas de producción de celulosa que vierten sus efluentes al río Paraná, provenientes de una producción de no menos de 850.000 toneladas anuales de pulpa de celulosa. Estas empresas son Celulosa Campana y Gral. Bermúdez, Papelera del Plata, Wixel, Campanita, Papel Prensa de San Pedro, Iby en Entre Ríos, Andino sobre Santa Fe, Alto Paraná S.A., Piray y Papel Misionero en Misiones, contaminado el Río Paraná y sus afluentes desde hace años.

La presencia de contaminantes provenientes de la planta de Gral. Bermúdez (compuestos orgánicos clorados) ha sido verificada por Greenpeace, según un informe publicado por esta organización. Por otra parte, está universalmente probado que, la vieja tecnología aplicada en las plantas argentinas (esencialmente el proceso de blanqueado con gas cloro), es causante de la generación de órganos clorados, entre ellos dioxinas de alto grado de toxicidad.

Estos productos son arrojados al río desde por lo menos el año 1929. ¿Cómo es posible, entonces, que el gobierno argentino reclame por la posible contaminación que generarían las plantas sobre el Río Uruguay y al mismo tiempo admita que una decena de empresas argentinas estén contaminando el Paraná y el Río de la Plata?

La provincia de Entre Ríos tiene en su territorio una planta productora de pasta celulósica (Iby, que produce 18.000 toneladas anuales) y sobre las costas santafecinas del Paraná, frente a la tierra entrerriana hay otras más. Pero, además, esta provincia es una importante productora de madera, de bosques implantados, que destina el 60% de su producción a la elaboración de celulosa y tableros. La vocación ambientalista de su gobernador puede ponerse en tela de juicio, justificadamente.

Entonces la demagogia es enorme, Argentina contamina el Río Parana, teniendo problemas con su vecino Paraguay, que reclama la fuerte contaminación que producen las industrias argentinas que utilizan una tecnología más antigua que la que se utilizará en Uruguay, y el gobierno argentino hace caso omiso a la administración paraguaya, pero ya hace dos años que protesta e intenta negociar con Uruguay, algo que no hay que negociar.
Argentina país contaminante

Argentina "país ambientalista", es uno se los más contaminados en la región, con políticas poco protectoras del ambiente, teniendo contaminación por las viejas Plantas de Celulosa que no tienen control alguno en el vecino país, emprendimientos mineros y la contaminación nuclear, que tiene un párrafo a parte, ya que cuando en todo el planeta la opción nuclear está en retroceso, el gobierno argentino pretende implementar el Plan Nuclear Nacional como forma de diversificar la oferta de energía, teniendo contaminación con uranio y nitratos, siendo un caso gravísimo de perjuicio al medio ambiente y no pasa nada.

Además el Banco Mundial informó ya hace un tiempo que las Plantas de Celulosa que se instalarán en territorio uruguayo no contaminarán el medio ambiente, ya que utilizarán tecnología más avanzada para evitar la contaminación y aplicarán las normas de respeto al medio ambiente vigentes en Europa y Norteamérica.

Volviendo a la pregunta del comienzo del artículo, ¿Piqueteros o Ambientalistas? Sólo hay que responder con una simple ecuación: Incoherencia + Falta de respeto a las leyes del MERCOSUR + Postura mediática = Mantener el cargo actual y cosechar mejores puestos públicos.